domingo, 10 de agosto de 2008

Las reformas duran y duran...

Raro es que una reforma empiece y termine en las fechas que calculamos para nuestro control.
Los motivos pueden ser muchos, aunque creo que principalmente se debe a la coordinación de los gremios.
Cada gremios, fontanero, albañíl, etc, son parte de una empresa y ello conlleva que tengan sus propios trabajos y organización a la forma de trabajar, de ahí que para que se pongan de acuerdo en el inicio de una reforma, se debe planificar al menos con dos meses de antelación.
Hay que evitar que el comienzo de la reforma no coincida con julio o noviembre porque son meses previos a meses con vacaciones o fiestas por medio. Nos podemos encontrar con reformas paralizadas y por tanto perder la marcha de los trabajos, y vuelta a empezar.
Si los gremios se conocen y han trabajado juntos anteriormente, tenemos mucho ganado.
Conseguiremos buen ambiente de trabajo, coordinación, colaboración entre ellos y ayuda mutua.
El secreto de una buena reforma, previsión y coordinación.